“Todo lo absoluto
pertenece a la patología”

Nietzsche

  • Una dificultad o un problema no tiene que llegar a convertirse una patología para que decidamos que queremos cambiarla.
  • Muchas veces lo que imposibilita que podamos dar un paso en otra dirección es que no podemos ver la dificultad desde otra perspectiva pues estamos inmersos en ella. Es como si hubiéramos caído en un hueco del que es difícil salir pues al mirar hacia arriba para buscar una salida, la luz refleja y nos impide ver el camino. Fuera del hueco, en la parte de arriba, está parada una persona que ve el mismo hueco desde otra perspectiva. Desde esta perspectiva, la luz no refleja, alumbra. Por tal motivo, quien está fuera puede darle unas pautas y estrategias a la persona que cayó al hueco para que sea ella quien, haciendo su propio esfuerzo, logre salir del hueco.
  • Quien está parado afuera es el terapeuta; quien está en el hueco es el consultante. Y es el trabajo entre los dos el que le permite al consultante salir del hueco, pero quien hace el esfuerzo físico para lograrlo, es el mismo consultante.