Mi mayor tirano: la mente

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En la historia de la humanidad han existido varios regímenes tiránicos. Una tiranía es un régimen de poder absoluto que con frecuencia instaura un tirano, el cual llega al poder por la fuerza, no por derecho (tiranía). Un tirano se caracteriza por ser una persona autoritaria, que dirige su régimen conforme a su propia voluntad sin tener en cuenta otras instancias de poder pues en él las centra todas. A raíz del daño que han causado en la historia, son cada vez menos frecuentes, pero esto no significa que los tiranos hayan desaparecido pues todos vivimos con uno diariamente: nuestra mente.

La mente brinca de un deseo a otro, y nos enreda en su espiral. Reduzcan el deseo, desahucien el ego, extraigan la cólera, y la mente será su esclavo en vez de su amo. (…) Por este camino no serán acechados por la cólera, el deseo o la codicia. (Tomado de los pensamientos del día de Sathia Sai Baba)

“Yo me casé para toda la vida, pero la vida me mostró que tenía otros planes para mí”, me dijo una consultante en la primera cita refiriéndose a su separación. Dos años después de haberse separado, finalmente sentía que había sanado esa herida. “Hoy en día ya es una cicatriz. Nos queremos mucho. Nos vemos, nos sentamos a tomar un café y podemos hablar sin hacernos daño. Todo lo contrario a cuando estábamos casados. Ahora entiendo por qué nos separamos y estoy tranquila con esa decisión”. Esto me lo decía mientras me describía el motivo por el que había decidido buscar ayuda: estaba empezando otra relación de pareja y se sentía inconforme y frustrada porque la ‘nueva’ relación no coincidía con sus ideas sobre cómo debía ser una relación de pareja. “He hecho de todo: soy la más especial, la más dedicada, pero al mismo tiempo independiente para no ahogarlo y el tipo no sale con nada, no concreta. No sé si es que sólo quiere ser mi amigo y me enfurece. Si es así, que tenga pantalones y me lo diga de una vez porque no me interesa ¡Yo quiero que vea en mí a su pareja!”

Después de hablar durante 35 minutos pasando por momentos de rabia, desesperación y tristeza, se quedó en silencio unos segundos y con los ojos aguados me dijo: “No he aprendido nada. Cuando me separé estaba igual: ‘yo’ quería volver con mi ex esposo, ‘yo’ quería estar con él, ‘yo’ quería recuperar mi vida, mi matrimonio… ¡todo era ‘yo’! Hasta que solté todos esos deseos y comprendí que estaba equivocada. Me casé con unas ideas que en la práctica, no eran lo que me convenía”.

Como ella, todos estamos diariamente sometidos a un tirano que se despierta con nosotros, nos acompaña durante todo el día y se duerme a nuestro lado: nuestra mente. Esa ‘voz interior’ que vive en ‘un pasado que siempre fue mejor’, o en un futuro que no sabemos si va a llegar, torturándonos cada vez que las cosas no salen como nuestras ideas preconcebidas lo habían anticipado. En el caso de esta consultante, la idea que la atormentaba era que su ‘nueva pareja’ reaccionara de una manera diferente a la que ‘debía’ según sus ideas, ¡a pesar de que ella estaba haciendo todo lo que “en teoría” se debe hacer para generar y despertar determinadas reacciones en la otra persona! Al no lograrlo se sentía frustrada, insegura de sí misma y de sus capacidades para entablar una relación de pareja. Ese era su motivo de consulta: trabajar el ‘trauma’ que según su mente, le había dejado la separación.

Pero este ‘motivo inicial’ de consulta fue cambiando en las primeras sesiones porque ella misma fue descubriendo que, primero, no había ningún trauma, y segundo, el problema estaba en la tortura interior que vivía debido a que su mente le repetía constantemente que este hombre no estaba interesado en ella: no la llamaba un cierto número de veces al día, no quería verla con la frecuencia con la que se quieren ver las personas que están empezando a salir, no la acompañaba a todas las actividades que ella quería hacer, y muchas otras ideas sobre lo que “debía pasar” con su pareja. ¡Como los hechos no se ajustaban a la teoría, de malas para los hechos! (Nardone, G. (2009). “La mirada del corazón”.)

“Esto es un trabajo para toda la vida”, me dijo mientras iba descubriendo que lo importante no es si este hombre se fijaba o no en ella, sino lo que ella iba sintiendo en el proceso de desarrollo de una relación sin dejarse torturar por la expectativa (idea) de que funcionara. “No siempre puedo hacerlo. A veces me vence mi bendita mente y empiezo a joderlo –se reía-: le pregunto si realmente me quiere, si piensa en mí, si le estoy haciendo falta, bueno, ese tipo de cosas. Pero cada vez son más mis momentos de lucidez en los que dejo de pensar, dejo de lado a mi tirano y simplemente vivo el momento. Ahí es cuando realmente estoy tranquila”, me decía la última vez que nos vimos.

De la misma manera como lo ha hecho ella, todos podemos empezar a vencer a nuestro tirano interior frente a cualquier situación. El primer paso es observar para reconocer lo que nuestra mente genera en nuestro interior cuando las cosas no salen como esperamos (ideas): angustia, miedo, ansiedad, preocupación de no estar a la altura, envidia, rabia porque no obtuvimos lo esperado, inseguridad, etc. Al observarlo tenemos la opción de empezar a cambiarlo. Pero si optamos por luchar contra nosotros mismos generamos un conflicto interno que aumenta la rabia, la frustración, la angustia, y nos sentimos cada vez más incapaces de dejar de lado esas preconcepciones que nos impiden disfrutar de lo que estamos viviendo en el presente.

Una estrategia muy útil para manejar nuestras ideas es permitirle a la mente diariamente, durante un tiempo limitado (Nardone & Balbi, 2009), que piense lo que le provoque mientras lo vamos escribiendo. De esta manera vomitamos sobre el papel las ideas que nos están intoxicando, tal como ocurre con nuestro cuerpo físico cuando comemos algo que nos hace daño. El acto mismo de vomitar es muy desagradable, pero es esencial para aliviarnos. Ese mismo proceso de desintoxicación ocurre cuando le damos un espacio a ‘la loca de la casa’ para que ‘vomite’ lo que nos hace sentir mal, así logramos, en términos de Giorgio Nardone, cabalgar nuestro propio tigre.

Ximena Sanz de Santamaría C.
ximena@breveterapia.com
www.breveterapia.com

Artículo publicado en Semana.com el 11 de octubre de 2011

6 comentarios
  1. Francisco Aristizabal
    Francisco Aristizabal Dice:

    Benos dias doctora.

    Primero que todo siento el fuerte deseo de agradecerle y felicitarla por esta pagina que espero que sea de ayuda para muchos que sentimos la necesidad de poder encontrar espacios donde poder referenciarnos y encontrar que no somos los único en el mundo que pasamos por momento de dificultades.

    tengo una consulta con respecto al articulo Mi mayor tirano: la mente.

    cuando describe que una forma de despejar la mente cuando se vuelve un tirano y nos «habla» juzgandonos por nuestro presente, nos sugiere escribir en un papel todo lo que esta pasando en ese instante por la mente. mi pregunta es: que hago con ese papel. lo guardo? lo boto? lo quemo?

    Doctora muchisimas gracias por este espacio.

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    • Ximena
      Ximena Dice:

      Estimado Francisco…

      Muchísimas gracias por este mensaje!

      Me alegra saber que la página ha cumplido la función que quería que cumpliera cuando decidí montarla. Tú lo describes muy bien al decir que ahí encuentras que «no somos los únicos en el mundo que pasamos por momentos de dificultades».

      Frente a tu excelente pregunta: esas cosas que nos atormentan mentalmente son muy similares a lo que ocurre en el cuerpo cuando nos intoxicamos con alguna comida: hay la necesidad de vomitar. Este proceso de escribir busca cumplir la misma función del vómito, que es sacar lo que nos está haciendo daño para poder desintoxicarnos. Por tal motivo, una vez que lo hayas escrito evita releerlo y quémalo o bótalo. Tal como hacemos después de vomitar. Así empezarás poco a poco a sentir alivio, bienestar.

      De nuevo muchísimas gracias por este mensaje!

      Ximena S.

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  2. Camilo
    Camilo Dice:

    Hola,
    Muchas gracias por crear esta página, es bastante importante desde el punto de vista social crear estos espacios para que todos los que tenemos problemas veamos otras opciones de resolverlos. Además, hay muchas personas que no pueden tener acceso a un psicólogo, sea por falta de dinero o de información al respecto de lo que le aporta la psicología.
    Tengo una duda en relación a la tiranía de la mente. Usted trata de describir esto con la frase «Reduzcan el deseo, desahucien el ego, extraigan la cólera, y la mente será su esclavo en vez de su amo.». Sin embargo, quisiera conocer una descripción más detallada de dicha tiranía. Por ejemplo, como diferenciarla de lo que realmente es bueno para cada persona, de su esencia, lo cual también va a venir de la mente.
    Muchas gracias.

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  3. laura hernandez
    laura hernandez Dice:

    Hola Doctora gracias a su pagina me recordó que tengo que controlar a mi tirano y si como usted lo menciona me ayuda escribir cada que tengo una situación que me ocasiona molestia, sobre todo enojo y ansiedad.
    Pero tengo una pregunta ¿que hago si ese tirano regresa de nuevo?, mejor dicho con frecuencia, me ayudara el escribir siempre, o ya necesito de algún otro método para alejar a mi tirana que creo que a veces es peor que Hitler.
    saludos y gracias.

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    • Ximena
      Ximena Dice:

      Hola! Muchas gracias por tu pregunta. Parte de lo que pasancon la mente,
      como con todo en la vida, es que esta cambiando contsantemente. Entonces
      definir una unica estrategia para usar siempre es dificil porque una de las
      reglas en la vida es que no hay reglas. Ahora, escribir ayuda a tomar distancia
      de nuestros propios pensamientos, le da a la mente la posibilidad de sacar
      los pensamientos que muchas veces nos atormentan y hacen dano. En la medida
      que lo repitas, vas «amaestrando» a tu mente hasta que eventualmente
      empezaras a ver que dichos pensamientos empiezan a disminuir y muchas
      veces, pueden llegar a desaparecer. Si eso funciona, mantenlo. De lo
      contrario, hay que cambiar de estrategia. Atte, Ximena.

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